Formación y Marketing Inmobiliario

¿Cómo funciona el modelo Aída?

¿Cómo funciona el modelo Aída?

El modelo Aida, es un acrónimo o palabra compuesta por unas siglas cuyo significado tiene que ver con un modelo clásico formado por cuatro conceptos básicos que constituyen los pasos que un cliente potencial debe experimentar hasta llegar a la meta final, que es la venta, y que es provocado por un mensaje publicitario.

¿Cuál es el significado de estas siglas?

  • Atención: mediante darte a conocer a los posibles clientes, creando una conciencia de marca de un determinado producto o servicio, para ello debes usar las distintas estrategias de marketing, para que conozcan tu empresa y a la vez hacer un buen uso de la publicidad, para dar a conocer tus productos o servicios.
  • Interés: generado cuando muestras las características de tu producto o servicio, y los beneficios que puede aportar a los clientes potenciales.
  • Deseo: en esta fase se pretende instar al comprador a percibir el producto o servicio como indispensable, algo que no debe perderse. Para ello puedes hacer uso de promociones, descuentos, ventajas, en definitiva crear la necesidad de adquirirlo.
  • Acción: es el resultado final, de todo el proceso, logrando el objetivo, que es la venta final o la obtención un servicio determinado.

Este modelo forma una pirámide que muestra estas distintas fases y es muy utilizado en publicidad, es un modelo lineal y que se mueve a través de estos distintos pasos. Este modelo no es nada nuevo, sino que fue creado en 1898, por Elias St. Elmo Lewis, un gran publicista, escritor y conferenciante norteamericano que habló prolíficamente sobre el potencial de la publicidad y quién no solo creo, sino que impulsó este modelo publicitario.

¿Cómo aplicar el Modelo Aida en el Mercado Inmobiliario?

Atención

Como cualquier producto que quieras vender, el primer paso es mostrarlo al público, por medio de la publicidad, utilizando todos los medios a tu alcance, desde los convencionales hasta el marketing digital, en el cual no solo hay que exponer de manera atractiva el producto, sino posicionarlo de forma que llegue al mayor número de clientes potenciales.

Interés

Para ello debes destacar los puntos fuertes del producto, en este caso una propiedad. Por ejemplo destacando, su ubicación, las calidades, ofertas especiales, posibilidad de inversión, etc.

Deseo

En este punto, una vez mostrado el producto y las ventajas que posee, se debe generar en el posible cliente, la necesidad de adquirirlo, es por eso que este modelo va escalando paso a paso para llegar al objetivo final y no quedase a mitad del camino. Por ello es imprescindible que en transcurso de la negociación, el vendedor sepa escuchar a fin de estar al tanto de las necesidades y deseos de su cliente. Estos podrían ser, una ubicación concreta, el tamaño deseado o determinados servicios como la necesidad de aparcamiento, piscina, etc.

Acción

Si se desarrollan adecuadamente todas las fases anteriores, el vendedor estará preparado para mover al cliente a la acción, llevándolo a tomar la decisión que facilite el cierre de la venta.